Como si de una premonición se tratara, las solicitudes de obra para construcción de rascacielos (torres de más de 30 pisos) en Londres, han superado por primera vez en la historia a las cifras de Nueva York, algo impensable hace una década. Indudablemente nos encontramos ante un cambio estructural de una ciudad cuya población aumenta y se encamina hacia los 10 millones de habitantes, y que por otro lado no puede crecer a lo ancho, ya que Londres está rodeada por un anillo de bosques protegidos desde hace décadas (llamado 'the green belt'). La única solución por tanto es crecer hacia arriba, y así estamos viendo ya desde hace 5 años, como los proyectos en altura se multiplican.
La escasez endémica de vivienda residencial en Londres combinada con una demanda que parece insaciable por parte de los compradores Asiáticos (Hong Kong, Malasia, Singapur y China sobre todo), hacen que los nuevos proyectos inmobiliarios se vendan como rosquillas, y están empujando los precios a subir de media un 23% en el último año según un reciente estudio de Estates Gazette.
El grafico muestra como Londres ha pasado de licitar 10 proyectos en altura hace algunos años, a un record de 84 en 2014, que promete un cambio radical del Skyline de la ciudad.
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